jueves, 12 de febrero de 2009

Hundirnos en una mirada

El cielo lleno de nubes negras, preparadas para soltar todo el agua que puedan. Un último suspiro que me ayuda a seguir adelante y a aguantar las 8 horas diarias, y salgo del bus por la puerta de atrás. Me doy la vuelta para esperar a mis amigas que se han quedado atrás. Miro al cielo, parece que las nubes están esperando a que nos podamos refugiar en algún lado para que no nos mojemos. De repente, él se me va acercando. El corazón casi me sale del cuerpo al verle. Cada vez estaba más cerca, cada segundo me parecía un siglo. Ya podía distinguir sus ojos mirándome, a pesar de que el cielo estaba muy oscuro.

Cada paso de él parecía un golpe...¿o era mi corazón palpitando? No lo sé, sólo podía oír un bum bum como un tambor. Estaba casi a mi lado cuando me empezó a sonreír. En ese momento no me importaba la lluvia, el cielo, ni siquiera mis amigas. Estaba centrada en él, y era lo único que me importaba.

Cuando pasó por mi lado, me cogió de la mano, y me volvió a sonreír. Eso me saco a mi otra sonrisa que no pude contener. Sus ojos estaban clavados en los míos, y los míos en los suyos.
No me quería separar de él, que nunca se acabara ese momento, que siguieramos así SIEMPRE.

Me miró con esos ojos tiernos que tiene... Yo me hundí en su mirada mientras pensaba "por favor, hagas lo que hagas, no me sueltes". Pero por lástima, mi deseo no se cumplió. Tuvimos que separarnos, poco a poco, ya que parecía que ninguno quería irse. Los dos estábamos tan bien asi... pero el timbre estaba tocando y nos teníamos que ir...

A paso de tortuga, me fui despidiéndome y me reuní con mis amigas. Pero vi que él, mientras se iba, miraba para atrás, como si estuviera esperando a que volviera a junto de él...
Durante toda la mañana estuve recordando ese momento... esa mirada y esa sonrisa que llenó de luz toda la oscuridad del cielo.


...Tercera hora. Nos habíamos quedado algunos mirando unos carteles en los pasillos. Yo y una amiga mía descansando en un banco, hasa que le vi acércandose. Me levanté como un rayo y cogí a mi amiga del brazo, obligándola a levantarse.
ÉL pasaba a mi lado. Me quedé mirándole, esperando un momento como el de por la mañana, pero no pasó lo mismo. Me había visto, pero no pudo quedarse conmigo, a mi lado. Mientras andaba, intentaba girar la cabeza para verme, ya que sabía que estaba allí. De repente, se paró. Creía que no pasaría nada; que estaba esperando a algún amigo suyo, pero no era así. Se giró, me miró y una sonrisa de su parte pudo sacarme toda la felicidad que no tenía. Se fue despacio, mientras mi corazón intentaba ir al ritmo normal...

SIEMPRE TUYA

2 comentarios:

  1. Qué bonito!
    Espero que pronto haya más que miradas...

    ResponderEliminar
  2. OMG!
    Espero que todo vaya mejorando... mas miradas, mas agarradas de manos y... algun abrazo o mas ;)

    besos!!

    ResponderEliminar