lunes, 9 de febrero de 2009

La sombra

Noches oscuras como un invierno, desconocidos que te miran como si fueras el mismísimo diablo, esperanzas perdidas, sueños imposibles, recuerdos caídos en una trampa que no te deja escapar.
Sólo recuerdas unos pequeños detalles que no te sirven para responderte… “¿Qué hago aquí? ¿Cómo llegué? Preguntas sin respuesta, preguntas que creías haber respondido hace tiempo, pero que con el paso de los años, te das cuenta de que eran falsas ilusiones, respuestas sin sentido.; que no tenían nada que ver con la pregunta.

Vivimos en un mundo en el que de pequeños creemos que es un cuento de hadas. Un mundo lleno de felicidad y alegría, donde cada persona, aunque sea de otro color, raza, religión, cultura…, es bienvenida a cualquier lugar. Donde cada uno, puede tener esa ración de alegría que se reparte como caramelos. Esas ilusiones que nos dan de pequeños cuando leemos los cuentos, pero que, con el paso del tiempo, nos damos cuenta de que eran unas mentiras que nos tapaban del mundo real; de las injusticias, del dolor.

Tan sólo oímos el ruido de unas gotas de lluvia que nos caen en cada paso que damos adelante. Y sin prisas, andamos por ese camino que estuvimos esperando desde hace tiempo; ese camino que creíamos que nos llevaría a la felicidad, pero que en realidad sólo es otro laberinto de la vida. Mientras caminamos, no nos damos cuenta de esa sombra que nos persigue, que nos sigue vayamos a donde vayamos, que nos quiere y nos protege de cualquier peligro; que es como nuestro ángel de la guarda.
Cada minuto bajo esa lluvia que no cesa, parece un siglo. De repente, oyes los pasos de esa sombra que va detrás de ti. No sabes qué, ni quién es. Con un suspiro para no volver atrás, decides encaminarte a ese edificio que te librará del sufrimiento, pero que les dará dolor a los demás. Estás casi al borde de la muerte, y, por primera vez, recuerdas a la sombra que te estuvo acompañando durante todo tu camino, que nunca te dejó atrás, ni en los malos ni en los buenos momentos. Esa sombra, ese ángel de la guarda.
Piensa, todos tenemos uno así, o una. A veces no nos damos cuenta de que está ahí cuando lo necesitas, pero sólo hay que sentarse a pensar en todos los momentos que viviste y a recordar todo lo que hizo esa persona por ti; TU MEJOR AMIG@.

Porque los mejores amigos son esas sombras que nos siguen en los caminos. En nuestro primer día de instituto, en nuestra graduación, en nuestra primera cita, en nuestro primer beso… esa sombra siempre está ahí para ayudarte en todo lo que necesites.
Por eso, gracias a mi sombra; mi ANGEL DE LA GUARDA; Gracias a mi mejor amiga cada día soy más fuerte para seguir luchando por lo que quiero y nunca perderé las esperanzas de conseguirlo…

2 comentarios:

  1. Cierto... aunque en este momento no tengo una sombra que me siga por todos lados... aun no he encontrado una amiga en la cual puedaconfiar del todo o una en la que no te deja para irse con las "populares"

    En fin... que lindo lo escribiste ^^

    besos!!

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  2. Tienes un premio en mi blog^^

    Besotes, y ánimo^^

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